Era el medio día en la ciudad de Pinar del Río y un grupo de
entusiastas peñistas del Barça invadieron de alegría la ciudad.
Los más audaces en esta ocasión llegaron desde la capital representando a la Peña
F.C. Barcelona Habana. La Peña F.C. Barcelona Pinar del Río esperaba como anfitriona junto a su integrante catalán Modesto Roca.
Los motivos de esta cita fueron disfrutar la disputa de la Súpercopa
de Europa ante el Sevilla y hermanar de una vez por todas ambas peñas, que con
años de fundadas de manera oficial por la institución deportiva catalana, no
habían consumado su unión amistosa.
El área recreativa "Los Pinos" en el reparto Hermanos Cruz
ofreció su espacio para que todos pasaran la tarde compartiendo con el
deporte que los une desde hace tiempo.
A las 14:45 hora local, se dejaron a un lado las pláticas de cualquier tema para concentrarse en el duelo de campeones continentales.
"El 10 azulgrana" recuperó rápido la alegría de los presentes que habían comenzado abajo en el marcador tras una perla de Ever Banega a pelota quieta. Dos joyas de Messi a balón parado
dibujaban un camino fácil que siguió teñido por las anotaciones de Rafinha y
Suarez.
El cuadro estaba casi listo para el festejo, pero el rival
andaluz encontró en la capital georgiana el oxígeno y la pegada justa con Reyes, Gameiro de penal y Konoplianka, para
nivelar el choque y llevarlo a tiempo extra en un histórico 4-4.
Una versión futbolística en 30 minutos de "Cinderella
Man" fue lo que se vino después. “El combate de Tiflis” lo decidió “Don Pedro 1ro de
Tenerife”, como lo describe el genial Germán García, con un golpe oportuno al mentón de
la defensa sevillana. El canterano cerró de forma épica una batalla de 120
minutos que quedó a la altura de la historia que
escribió el barcelonismo en Tiflis y Pinar del Río.
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